La producción de trigo en Argentina enfrenta dos realidades. Mientras los lotes ubicados en el área triguera por excelencia ubicada en la provincia de Buenos Aires, mejoraron su condición en la última semana y la siembra avanza a paso firme, en la zona sur de Santa Fe, oeste de Córdoba y norte bonaerense, la lluvia no llega y la situación se torna “crítica”.
El último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario señaló que bajaron un 10% los cuadros regulares y malos de trigo, “pero donde no llovió es crítica la situación”.
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De modo que la situación del cereal de invierno es errática en el área núcleo de GEA. “tras las lluvias, los cuadros regulares y malos bajaron de un 35% a un 25%, pero donde no llovió, los trigos encañan sin agua y el 48% de los cuadros están malos a regulares”, precisaron y adelantaron que el pronóstico muestra para los próximos días, sol con mucho frío, pero sin precipitaciones a la vista de cara a la semana entrante.
GEA indicó que el área más complicada es la ubicada en la porción central de la región núcleo _sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires_ dónde ya hace tres meses que no hay lluvias de importancia. Agregó que es diferente la situación en la franja central de la región pampeana, en el centro y este de Buenos Aires “las reservas hídricas continúan mejorando”. Este sector “viene recibiendo lluvias recurrentes desde julio y volvió a llover durante el pasado fin de semana entre 15 a 30 milímetros, lo que permitió una importante recuperación de la humedad edáfica con niveles que van de adecuados a óptimos y con algunos excesos sobre el extremo costero sudeste”, agregó GEA.
Esto coincide con el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el cual indicó que “las lluvias de los últimos días mejoraron la condición del trigo en el sur del área agrícolas y casi tres cuartos del área implantada a nivel nacional cuenta con condiciones óptimas a adecuadas”.
Por otra parte, la entidad detalló que “la recolección ingresó esta semana en su último tramo con sólo 140 mil hectáreas por levantar”.
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De esta manera, “las últimas precipitaciones permitieron que 70,6% del área en pie de trigo presente condición hídrica adecuada/óptima”, agregó la Bolsa de Buenos Aires.
Estos eventos se concentraron en el sur del área agrícola, lo que permitió llevar a cabo las labores de fertilización propias de macollaje. La entidad también indicó que sobre el centro y norte del área agrícola el aumento de las temperaturas aceleró el desarrollo y aumentó la demanda de humedad, sumado a que la ocurrencia de heladas y la aparición de focos de plagas y enfermedades puedan afectar la condición de cultivo sobre todo en los cuadros más avanzados.
Maíz: menos pero no tanto
En tanto, la siembra de maíz de la próxima campaña 2022/23, que en algunos casos comenzará durante este mes, caería 2,6% respecto al ciclo pasado hasta las 7,5 millones de hectáreas, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
De concretarse esta proyección, al área a ocupar con el cereal sería 200.000 hectáreas menor que a la campaña 2021/22, que todavía no culminó y significaría la primer caída en 8 años en el hectareaje.
No obstante el retroceso, la superficie se ubicaría por encima del promedio de 7 millones de hectáreas del promedio de las últimas cinco campañas. “El escenario general muestra una tendencia negativa, aunque heterogénea en términos de superficie a implantar”, detalló la entidad bursátil.
Respecto al contexto económico, la entidad subrayó que la próxima campaña “viene desarrollándose en un entorno complejo, que empezaría a despejarse luego de meses marcados por la incertidumbre global, aunque persisten grandes focos de riesgo”, entre ellos la guerra, el clima en Estados Unidos y las políticas monetarias adoptadas por los países para contener la suba de la inflación.
Bajo ese escenario, el precio del maíz en Chicago sufrió una caída significativa del 30% en los últimos meses, aunque ese descenso no fue suficiente para devolver los valores a las cifras percibidas en campañas anteriores. En particular, la cotización del maíz en la primera posición de Chicago se ubicaría en u$s 238 frente a los u$s 158 la tonelada del promedio de los últimos 6 años, es decir un 50% por encima.
“Esta caída en los precios, junto a una fuerte suba de los costos de los últimos meses, trajo aparejado una desmejora en la relación insumo-producto, puesto que se necesitaría un 34% y 40% más de grano para comprar la misma cantidad de fertilizantes y combustibles con respecto a la campaña 2021/22”, indicó la entidad bonaerense.
Además indicó que la recolección de maíz con destino grano comercial transita su tramo final en gran parte del área agrícola nacional, gracias a que la baja en la humedad de los granos impulsó la recolección en provincias como Chaco y Salta.
Luego de registrar un avance intersemanal en la cosecha de 8,1 puntos porcentuales, ya se recolectó el 97,9 % del área apta en todo el país, con un rinde medio nacional que se ubicó en 69,9 quintales por hectárea (qq/ha), detalló la Bolsa de Buenos Aires.
Frente a este panorama, la entidad mantuvo su proyección de producción para la campaña 2021/22 en 52 millones de toneladas.
Respecto al sorgo, la entidad bursátil dio por finalizada con la cosecha de 920.000 toneladas que entregaron 3,5 millones de toneladas, 100.000 toneladas más que en la campaña 2020/21. La siembra se ubicó durante la semana en 10,3% de las dos millones de hectáreas estimadas.
Finalmente, comenzó en Santa Fe la siembra de girasol y se prevé un aumento del 20% de superficie respecto del ciclo previo por una mayor disponibilidad de lotes. El informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción del distrito y la Bolsa de Comercio de Santa Fe señala que los productores estiman que se implantarán unas 124.200 hectáreas, un 20% más que las 103.500 destinadas al mismo cultivo en la campaña anterior. El aumento “estaría sustentado en una mayor disponibilidad de lotes, los cuales no se sembraron con trigo, y el acceso a los insumos con cierta anticipación, particularmente semillas”, indicó el trabajo.
Fuente: AGRO CLAVE