El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, ratificó el pedido del campo para que la baja de retenciones se transforme en una eliminación definitiva, y se sumó al reclamo que vienen haciendo otros sectores económicos: una reforma laboral.
El complejo girasol argentino atraviesa su mejor primera mitad de año en más de veinte años, impulsado por una excelente cosecha y un mercado internacional desabastecido
En el día de hoy, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó un nuevo informe semanal sobre el Progreso de los Cultivos del año 2025.
La soja cae en Chicago pero sube en Argentina, impulsada por la baja de retenciones y escasa oferta relativa. El maíz sostiene precios por fuerte demanda externa. El trigo preocupa: con exportaciones cubiertas, un tercio de la cosecha sigue sin vender.
Se registraron 597 unidades entre cosechadoras, tractores y pulverizadoras; el acumulado anual muestra un crecimiento del 30,3 % frente a 2024, aunque la cifra mensual fue 6,1 % menor que la del mismo mes del año pasado.
Con el 90% de los lotes en estado excelente o muy bueno, el trigo entusiasma a los productores, aunque la rentabilidad sigue siendo baja. La soja mejora márgenes y se posiciona como una alternativa atractiva en campo propio.
Precios firmes, demanda internacional sostenida y una cosecha local abundante impulsan exportaciones y molienda de girasol a niveles inéditos desde el año 2000, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En plena etapa de definición del diseño de la campaña gruesa 2025/26 el nivel de ventas anticipadas de soja por parte de los productores argentinos es bajísimo.
En tan solo cuatro años, el programa Sembrá Evolución ha logrado un notable arraigo en el sector agropecuario argentino. Más de 20.000 productores ya se han sumado, y más de 3,8 millones de hectáreas han sido sembradas con soja bajo su sistema. Este año, además, se han añadido dos nuevos cultivos fundamentales en la cadena industrial: la cebada cervecera y el algodón.
La Secretaría de Agricultura aprobó la incorporación de esta herramienta tecnológica para facilitar y acelerar las tareas de fiscalización en el mercado de la soja. Se trata de una técnica que se usa desde 2003 también en trigo y cebada cervecera.